Ahora, una nueva investigación explica qué condiciones tendrían realmente esos pacientes.
En el nuevo estudio, publicado en “Journal of Clinical Psychiatry”, los autores usaron entrevistas para identificar los trastornos que afectarían a 82 pacientes. Hallaron que casi la mitad padecía depresión, mientras que a entre un cuarto y un tercio se le diagnosticó personalidad fronteriza, estrés postraumático, ansiedad generalizada y fobia social.
Tras compararlos con otros 528 pacientes psiquiátricos, a los que nunca se les había diagnosticado bipolaridad, hallaron que el primer grupo era cuatro veces más propenso a tener personalidad fronteriza. Ese grupo era también un 70% más propenso a tener depresión y tenía el doble de probabilidades de padecer estrés postraumático.
Algunos de los otros diagnósticos eran menos frecuentes, pero aún excesivos entre los pacientes con un diagnóstico previo de trastorno bipolar, como el caso de la personalidad antisocial y el trastorno del control de los impulsos.
El sobrediagnóstico del trastorno bipolar es preocupante, en parte porque suele tratarse con fármacos estabilizantes del ánimo, que tienen efectos adversos sobre los riñones, el hígado y los sistemas metabólico e inmunológico, explicó el autor principal del estudio, Dr. Mark Zimmerman, del Bayside Medical Center (Estados Unidos).
Asimismo, el Dr. Zimmerman señaló que el sobrediagnóstico significa que algunos pacientes no están recibiendo la atención adecuada para sus problemas reales. El trastorno bipolar comparte algunas características con otras enfermedades psiquiátricas. El trastorno de personalidad fronteriza, por ejemplo, incluye inestabilidad anímica, conducta impulsiva y problemas para relacionarse con otras personas.
FUENTE: http://www.psychiatrist.com/
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