sábado, 10 de octubre de 2009

Presentan un modelo revolucionario de nuestro reloj biológico

La información podría resultar de gran valor en el tratamiento de enfermedades como el Alzheimer el trastorno bipolar.

Por Jesús J.

 

Las teorías convencionales de los ritmos circadianos afirman, básicamente, que el cerebro “pulsa” rápidamente durante el día, mientras que pasa a descender su ritmo durante la noche.

“El conocimiento acerca de cómo funciona el reloj biológico humano es un paso esencial hacia la corrección de los problemas para dormir como el insomnio y el desajuste que causan los vuelos que cruzan husos horarios. Los nuevos descubrimientos acerca del metrónomo central del cuerpo también podrían, algún día, ayudar en los esfuerzos para el tratamiento de enfermedades influidas por este reloj interno incluidos el cáncer, el mal de Alzheimer y el trastorno bipolar”, señala el matemático Daniel Forger, de la Universidad de Michigan y co autor del estudio.

Para conocer el funcionamiento del cronómetro corporal, los investigadores estudian el llamado “núcleo suprasquiamático” o NSQ (SQN por sus siglas en inglés), la región cerebral responsable del tiempo. Por décadas, se ha creído que lo que controla el mantenimiento del mismo en todo el cuerpo es el ritmo de disparo de las células de este área. El resto del cuerpo ajusta sus ritmos y tareas cotidianos de acuerdo a este ”tic-tac” cerebral.

Sin embargo, los autores del estudio, Diekman y Forger, han descubierto que lo que sucede en realidad es muy diferente: la señal de disparos del NSQ se codifica en una pauta compleja de disparos a la que hasta ahora no se le había prestado la debida atención.

“La vieja teoría era que las células en el NSQ que contienen el reloj hacen disparos rápidos durante el día pero bajan el ritmo en la noche. Ahora hemos demostrado que las células que realmente contienen el mecanismo del reloj están en calma durante el día, cuando todos pensaban que estarían haciendo descargas rápidas”, dijo Diekmann.

La causa principal de esta confusión es que los estudios previos no habían sido capaces de discriminar los patrones de disparo de las células “de reloj” de aquellas otras que no lo son. Mientras que las primeras expresan el denominado gen per1 las segundas no lo hacen. Los registros de señales de ambos tipos de células dieron lugar a esa imagen errónea de ritmos de disparo.

El equipo británico, en cambio, registró únicamente datos del primer tipo de células en más de 400 células NSQ de ratón. Combinando los datos recolectados con un modelo matemático previamente elaborado verificaron y probaron su nueva teoría. Las pautas predichas por el modelo coincidieron con los patrones que emergían de las células NSQ.

En palabras de Forger:

“Éste es, realmente, un ejemplo claro de un modelo que lleva a una predicción que contradice completamente lo que los biólogos dicen, y que al final resulta estar claramente en lo cierto. Aquí tenemos un caso sólido y será muy difícil que alguien pueda argumentar en contra”.

El estudio, elaborado por un equipo compuesto de matemáticos pertenecientes a  las Universidades de Michigan y de Manchester ha visto su trabajo publicado el 9 de octubre en la revista Science.

Diekmann es  estudiante de doctorado en el Departamento de Ingeniería Industrial y de Operaciones, investigador en el Centro para Medicina Computacional y Bioinformática de la UM, y miembro investigador de la Fundación Nacional de Ciencias. Forger es un investigador en la Oficina de Investigación Científica de la Fuerza Aérea.

FUENTE: Universidad de Michigan

1 comentario:

  1. no se si deberia ser medico para publicar en este Blog pero uno de los problemas que tengo la mayoria del tiempo como bipolar es que pienso que una persona esta enojada conmigo por alguna razon y or consiguiente espero que en algun momento del dia me diga qu ele pasa y muchas veces no sucede y otras veces si..

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