martes, 13 de octubre de 2009

La salud mental, un asunto que nos concierne a todos

  “Comenzando por los EEUU, Canadá, UK, Francia, Alemania, Italia, etc., desde finales de los años 70, este movimiento asistencial (la denominada psiquiatría comunitaria), novedoso y transformador se ha ido extendiendo por todo el mundo, de tal manera que, hasta el día de hoy se han acumulado suficientes evidencias científicas que nos hacen asegurar que este modelo asistencial supera a cualquier otro en eficiencia (…)”

FABIO RIVAS

DIRECTOR DE LA UNIDAD DE GESTIÓN CLÍNICA DE SALUD MENTAL DEL HOSPITAL REGIONAL CARLOS HAYA

Los trastornos psiquiátricos son problemas médicos, cuya complejidad -la gestión de ese saber en sentido clínico- asistencial, docente e investigador- requiere la colaboración, el trabajo codo a codo de un amplio abanico de personas: médicos psiquiatras, médicos de atención primaria, psicólogos, enfermeros, trabajadores sociales, terapeutas ocupacionales, investigadores de ciencias básicas y aplicadas, la red social de cuidadores formales e informales, etc., de tal forma que hoy en día más que hablar de trastornos psiquiátricos propiamente dichos, se prefiera hacerlo de problemas de salud mental.

Hace años (1984), se inició en Andalucía un profundo proceso de reforma psiquiátrica cuyo objetivo fundamental era la superación del caduco modelo manicomial y la implantación de una alternativa comunitaria para la atención a los problemas de salud mental de los ciudadanos andaluces, lo que implicaba, por un lado, la integración de los escasos recursos psiquiátricos que existían por aquel entonces en la red sanitaria general (aunque ahora nos choque y nos llame a escándalo, hasta esos años, los «problemas mentales» estaban excluidos, en un espacio marginal, opresor, generador de patología -en lugar de dispensador de tratamientos y cuidados- y que resultaba terrorífico para el resto de la población: el manicomio, como algo ajeno a los problemas de salud general y de lo que nada se quería saber) y, por otro, convertía a la Atención Primaria, o sea al primer nivel asistencial del sistema sanitario general -el actual SAS-, en la puerta de entrada al mismo para los problemas de salud mental, al igual que ya venía sucediendo con cualquier otro problema de salud general.

Las importantes inversiones que en esta materia se han realizado desde entonces en Andalucía, la eficiencia del nuevo modelo asistencial, la ilusión, el empeño, la tozudez de todas las partes implicadas (profesionales, pacientes, familiares, administración, etc. ) han logrado que, hoy día, a pesar de los vaivenes, de las luces y sombras que siempre acompañan a un proyecto vivo de grandes dimensiones como éste, en transformación y con reajustes continuos, nos sintamos razonablemente satisfechos de los logros alcanzados.

Logros que, ni mucho menos, han sido exclusivos de Andalucía. En efecto, comenzando por los EEUU, Canadá, UK, Francia, Alemania, Italia, etc., desde finales de los años 70, este movimiento asistencial, novedoso y transformador (la denominada psiquiatría comunitaria) se ha ido extendiendo por todo el mundo, de tal manera que, hasta el día de hoy, se han acumulado suficientes evidencias científicas que nos hacen asegurar que este modelo asistencial supera a cualquier otro en eficiencia, en grado de bienestar para los pacientes y sus familiares y en satisfacción para los profesionales. En este sentido, no es casualidad que este año la Federación Mundial de Salud Mental haya decidido que el lema del Día Mundial de la Salud Mental 2009 haya sido este año: 'Salud mental en atención primaria: mejoremos el tratamiento y la promoción de la salud mental'.

Por tanto, la apuesta por el modelo no es baladí. Necesitamos seguir progresando, mejorándolo, extendiéndolo. Más de 450 millones de personas en todo el mundo viven hoy con una enfermedad mental podrían beneficiarse con un diagnóstico precoz y con tratamientos y cuidados apropiados; menos de la mitad de las personas que podrían ser objeto de un diagnóstico y tratamiento tempranos para una enfermedad mental reciben en realidad algún tratamiento o atención.

Una de las más importantes causas de sufrimiento personal, familiar, de bajo rendimiento laboral (con sus costes correspondientes) y de carga excesiva e innecesaria en los presupuestos de salud de distintos países es el diagnóstico y el tratamiento tardío (en los casos en los que se lleva a cabo, que no es lo frecuente), cuando no inapropiado de enfermedades mentales tales como trastorno de ansiedad, trastorno depresivo profundo, trastorno bipolar y esquizofrenia.

Todas y cada una de estas cuestiones es de importancia conocerlas, tenerlas en cuenta y obrar en consecuencia; obviamente no sólo un día, el señalado en el calendario como el Día Mundial de la Salud Mental, sino continuamente. De cualquier modo, bienvenido sea un día mundial de divulgación, de apoyo, de celebración y de denuncia de los problemas de salud mental: un tema que a todos nos concierne (si no, piénselo un poco).

FUENTE: tomado de Sur.es

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