Susan Pascal, del departamento de psicología de la Abilene Christian University, estudia el papel de estas sustancias en el trastorno bipolar y la depresión.
Los ácidos grasos omega.3 ejercen un papel crítico en el desarrollo y el funcionamiento del sistema nervioso central. Nuevas investigaciones establecen una asociación entre los ácidos grasos omega-3 (alfalinolénico, eicosapentaenoico y docoisohexaenoico), comúnmente hallados en pescados ricos en aceites, y los trastornos del humor. Niveles altos de aceite de pescado en preparación farmacéutica como parte de la dieta diaria han demostrado mejorar la depresión y estabilizar los trastornos del ánimo, como por ejemplo el trastorno bipolar.
Las membranas cerebrales poseen un alto contenido de ácidos grasos esenciales poliinsaturados, cuya presencia depende de la ingesta en la dieta. Cualquier déficit dietético de dichos ácidos tiene consecuencias en el desarrollo cerebral, modificando la actividad de las enzimas en las membranas cerebrales, y reduciendo la eficiencia en las actividades de aprendizaje.
Los estudios muestran que los países con un gran consumo de pescado tienen menores índices de depresión que aquellos donde se consume menos. Para establecer cuál es el estado de salud mental de un país en concreto, se recolectaron datos acerca de los ratios de ideaciones de suicidio en cada uno de ambos tipos. Como se cree que existe una correlación entre consumo de pescado, depresión o bien ideaciones suicidas, estas estadísticas se comparan en dos países.
Los investigadores sugieren que la diferencia entre los índices de ideación suicida puede ser debidas al consumo tradicional de pescado, en lugar de a diferencias en la predisposición genética. Existen muchos aspectos culturales relacionados con el suicidio a considerar dentro de cada país.
Diversos especímenes de peces de profundidad poseen grandes cantidades de toxicidas (mercurio, en especial) en su interior y pueden ser dañinos para los humanos si se consumen en grandes cantidades. A pesar de los avisos recientes de la Agencia para la Protección del Medio Ambiente y de la FDA (Food and Drug Administration) advirtiendo que el pez espada, el blanquillo, el tiburón y la caballa rey contienen niveles inaceptables de mercurio, los aceites de pescado farmacéuticos están libres del mismo. Debido a que el mercurio es solublre en agua, no en aceite, se pierde en el proceso de extracción del aceite del pez.
El Metilmercurio se extiende en la cadena alimentaria marina llegando a presentar concentraciones muy altas en los peces depredadores como el pez espada, atún, caballa rey, tiburón, lubina, fletán, marlín, ostras de la Costa del Golfo, truchas de boca grande y muchos otros.
¿Qué diferencias existen pues en el aceite de pescado farmacéutico?
• La Vitamina A se ha eliminado
• Se han eliminado la mayoría de las grasas saturadas
• Se han eliminado prácticamente todos los contaminantes
• Se reduce el riego de problemas gastrointestinales.
Debido al número de efectos secundarios de medicamentos de prescripción convencional para el tratamiento de la depresión y otros trastornos del estado de ánimo, muchos médicos y científicos han buscado métodos de tratamiento alternativo. Según el Dr. Andrew L. Stoll, "el aceite de pescado tiene "un enorme efecto estabilizador en el éstado de ánimo, sin los negativos efectos secundarios comunes de los medicamentos tradicionales (es decir, el litio, por ejemplo), tales como afectaciones cognitivas, ganancia de peso, temblores, somnolencia, acné y problemas deriñón".
La depresión a menudo es causada por la falta del neurotransmisor serotonina . Muchas de las compañías farmacéuticas han intentado impulsar la producción endógena de este neurotransmisor con el uso de antidepresivos como Prozac, Paxil y Zoloft. Dado que uno de los beneficios del aceite de pescado en altas dosis es que incrementa los niveles de serotonina, no es razonable pensar que la disminución del consumo de aceite de pescado durante el siglo pasado ha conducido a una disminución en los niveles naturales de serotonina en el cerebro. Imágenes del cerebro han demostrado que el flujo de sangre dentro de un cerebro normal es uniforme, mientras que el flujo de sangre en pacientes deprimidos está repartido con "huecos" en que se observa poco o ningún flujo de sangre. Ya que el aceite de pescado a altas dosis puede mejorar el flujo sanguíneo, podríamos estar ante otro indicio potencial para explicar la base molecular de la depresión.
FUENTE: reporternews.com Traducción propia.
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